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Asignación 101: Estrategias Para Fomentar Hábitos Inteligentes

Publicado 7 min de lectura

Darles a los niños una mesada no se trata solo de entregarles dinero para gastos, es una oportunidad para enseñarles valiosas lecciones financieras sobre presupuestos, ahorros y gastos inteligentes. Ya sea que lo vincule a las tareas domésticas o lo ofrezca como un medio para aprender habilidades de administración del dinero, una mesada puede ayudar a los niños a desarrollar hábitos financieros inteligentes que duren toda la vida.

La historia de los niños y la mesada

La práctica de dar mesadas a los hijos existe desde la década de 1800, pero no se popularizó hasta mediados o finales del siglo XX. Luego, la práctica cobró impulso en la posguerra de los años 1950 y 1960 como una forma de enseñar a los niños sobre la administración del dinero y la responsabilidad. ¿Por qué? Los años de la posguerra trajeron consigo la prosperidad económica, caracterizada por el aumento de los ingresos y el crecimiento de la clase media. Esa época también marcó el comienzo de un aumento en la cultura juvenil y un cambio hacia una crianza más permisiva. De repente, los adolescentes tenían poder adquisitivo. "Un interés comercial serio en los adolescentes no comenzó en serio hasta después de la Segunda Guerra Mundial", señala un artículo del Saturday Evening Post. "Para atraer a los vendedores, los adolescentes necesitaban dinero, y ese dinero provendría de dos fuentes principales: la fuerza laboral y los padres"

¿Por qué dar una mesada?

Una mesada les da a los niños experiencia práctica en la administración del dinero de una manera de bajo riesgo. Les ayuda a:

  • Comprende el valor del dinero. Con una mesada, los niños aprenden a presupuestar su dinero. Practican hábitos de gasto y ahorro del mundo real a pequeña escala antes de encontrarse con el mundo del crédito, la deuda y la gestión de ingresos.
  • Practica el ahorro y la elaboración de presupuestos. Con un ingreso regular, los niños pueden planificar compras pequeñas y grandes. Aprenderán el valor del dinero y tendrán una mayor comprensión de cuánto cuestan las cosas.
  • Comete errores y aprende de ellos. Una mesada ofrece un espacio seguro para que los niños cometan errores financieros sin consecuencias graves. Si gastan de más, aprenderán la importancia de presupuestar y retrasar la gratificación.
  • Desarrollar la independencia financiera. Comienzan a tomar decisiones sobre su propio dinero, lo que genera confianza y responsabilidad.

Formas de estructurar una asignación

No existe una única forma correcta de ofrecer una asignación, pero hay algunos enfoques comunes a tener en cuenta. Estos son algunos de nuestros favoritos:

  • Una asignación fija. Con una asignación fija, los niños reciben una cantidad fija regularmente (generalmente semanal o mensual), sin condiciones. Esto les permite tomar decisiones financieras inteligentes y les permite practicar la administración responsable del dinero.
  • Asignación devengada. Una asignación ganada está ligada a las tareas domésticas o tareas y les enseña a los niños el valor del trabajo duro. Muchos padres sienten que este enfoque fomenta una fuerte ética de trabajo al mismo tiempo que fomenta un sentido de propiedad, no solo por el dinero ganado, sino también por el trabajo en sí.
  • Enfoque híbrido. Algunos padres optan por una combinación de ambos, con una asignación base y oportunidades de ganar más a través del trabajo extra.
  • Subsidio basado en las necesidades. Un subsidio basado en las necesidades es básicamente un presupuesto. Juntos, determinan cuánto dinero necesitan los niños para cubrir las compras rutinarias (como los almuerzos escolares), y los niños reciben esa cantidad. A través de este método, los niños aprenden a administrar el dinero practicando cómo presupuestar los gastos reales.

Haciéndolo fácil

Independientemente de cómo lo estructure, establezca expectativas claras con su hijo sobre cómo llegará su mesada. Elija un calendario de pagos y cúmplalo. Para que sea más fácil para todos, obtenga la aplicación móvil Greenlight y la tarjeta de débito.

1. Automatiza, organiza y supervisa.

En la aplicación Greenlight, puede automatizar el proceso de asignación (no se requiere efectivo) y realizar cambios cuando sea necesario. Desde la sección Billetera para padres de la aplicación, puede enviar dinero, recibir notificaciones en tiempo real y ver cómo sus hijos usan su dinero.

2. Dales libertad financiera.

Cuando te registras en Greenlight, tus hijos obtienen su propia tarjeta de débito Mastercard (con su nombre) que pueden usar para compras en casi cualquier lugar donde se acepte Mastercard. También tienen su propia versión de la aplicación Greenlight, que incluye juegos interactivos y videos para ayudar a los niños a aprender sobre educación financiera. Desde su panel de control, pueden ver su saldo, realizar un seguimiento de sus ganancias, administrar las tareas domésticas y establecer objetivos de ahorro.

3. Crea horarios de tareas.

Si opta por una asignación basada en tareas, programe y automatice esas tareas a través de la aplicación Greenlight. Puede configurar tareas regulares (como lavar la ropa o lavar los platos) para que ocurran con la frecuencia que desee. También puede agregar tareas únicas y estacionales para literalmente cualquier cosa que desee, desde cortar el césped hasta diseñar un escudo familiar. La aplicación le permite pagar a sus hijos automáticamente una vez que se completa la tarea (en parte o en su totalidad).

4. Establezca límites y habilite los controles parentales.

El lado principal de la aplicación Greenlight también le permite activar o desactivar la tarjeta, elegir dónde pueden o no pueden gastar y congelar una tarjeta si se pierde o se la roban.

5. Y mucho más.

Hay mucho más en la aplicación Greenlight, pero ya te haces una idea. Además, en el mes de abril, cuando te registres en Greenlight, ¡participarás automáticamente en un concurso para ganar $100!

¿Qué pasa si no puedo permitirme darle a mi hijo una asignación regular?

Una mesada no tiene que consistir en dar dinero extra, sino en enseñar responsabilidad financiera. Si una asignación fija no es factible, considere otras opciones:

  • Asignación basada en los ingresos. Permita que los niños ganen dinero a través de tareas adicionales más allá de sus responsabilidades habituales.
  • Asignación no monetaria. En lugar de dinero en efectivo, ofrezca recompensas como tiempo adicional frente a la pantalla, un regalo especial o una salida familiar divertida.
  • Lecciones de dinero de la vida real. Enséñele habilidades de presupuesto a través de experiencias cotidianas, como dejar que su hijo ayude con las compras de comestibles y las comparaciones de precios.

Desarrollar habilidades financieras para toda la vida

Una mesada no se trata solo de gastos, es una forma de ayudar a los niños a desarrollar confianza y responsabilidad financiera. Ya sea que estén aprendiendo a ahorrar para una gran meta o descubriendo cómo hacer que su dinero dure, estas pequeñas lecciones les servirán hasta la edad adulta. Con el enfoque correcto, la mesada se convierte en algo más que dinero de bolsillo: se convierte en la base de hábitos financieros inteligentes que duran toda la vida.

Preguntas frecuentes sobre la asignación

¿Cuánto debo darle a mi hijo?

No hay una respuesta única para todos sobre cuánto debe recibir cada niño como mesada. Depende del presupuesto familiar, de la edad de su hijo y de si el niño ganará o no su mesada haciendo las tareas del hogar. Algunos padres usan la regla de "$1 por año de edad" (por ejemplo, $8 para un niño de 8 años), mientras que otros la basan en lo que esperan que su hijo pague.

¿Cuál es la edad adecuada para empezar a dar una mesada?

Muchos expertos sugieren comenzar alrededor de los cinco a los siete años, cuando los niños comienzan a comprender el concepto de dinero y las compensaciones. A esta edad, una mesada puede ser una forma sencilla de introducir conceptos financieros básicos como ahorrar, gastar y dar. Sin embargo, si su hijo es más pequeño y ya pregunta por dinero, puede comenzar con pequeñas cantidades y aumentar gradualmente la asignación a medida que crezca y sea más responsable.

¿Qué pasa si mi hijo lo gasta todo de inmediato?

¡Déjalos! Los pequeños errores ahora les ayudan a aprender mejores hábitos para el futuro. También puede guiarlos hacia un gasto más inteligente preguntándoles: "¿Valió la pena?" Permita que su hijo cometa errores y evite regatear o rescatarlos cuando se queden cortos.

¿Qué pasa si mi hijo pide más dinero antes del próximo día de mesada?

¡Esta es una gran oportunidad para enseñar a hacer presupuestos! Puede recordarle a su hijo que es responsable de administrar su dinero hasta el próximo día de asignación. Si se acaban temprano, resista la tentación de dar más, esto les ayuda a aprender a planificar con anticipación. Si necesitan dinero para algo importante, podrías ofrecerle la oportunidad de ganar dinero extra a través de tareas o responsabilidades adicionales.

¿Debo exigirle a mi hijo que ahorre una parte de su mesada?

Fomentar el ahorro es un gran hábito que se debe desarrollar desde el principio. Muchos padres utilizan el método de "ahorrar, gastar, dar" para dividir la mesada en porciones para ahorros, gastos y donaciones caritativas. Puede establecer un porcentaje de ahorro, como el 10-30%, o dejar que su hijo decida con alguna orientación. Un objetivo de ahorro (como un juguete o una experiencia especial) también puede hacerlo más atractivo.

¿Quieres más consejos sobre cómo enseñar a los niños habilidades de administración del dinero?

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